Elaboración del vino: ¿Cómo se hace?

Hoy abordamos las distintas fases de la elaboración del vino

¿Y si nos relajamos y tomamos una buena copa de vino Juana la Loca? Con una buena elección de caldo y un ambiente adecuado, los momentos que componen un día están dispuestos a la perfección para la creación de un momento mágico y calmado. Esta bebida nos acompaña en celebraciones, comidas, aperitivos, charlas o citas y; siempre tiene ese resultado espectacular, que solo puede compararse a la compañía más perfecta del momento. Pero… ¿Cómo ha llegado hasta nosotros? En el artículo de hoy hablaremos sobre el proceso de elaboración del vino y, además, aportaremos información sobre las diferentes clases de uvas para vino. 

Las distintas clases de uva para vino pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, si nos centramos en Juana la Loca, en su edición especial observaremos que se emplean uvas Syrah. Sin embargo, para Juana la Loca Rueda Verdejo encontramos uvas 100% Verdejo. 

¿Quieres saber más sobre el proceso de elaboración de vino? ¿Y sobre las distintas variedades de uvas para vinos? Este es tu sitio, acompáñanos y adéntrate en la creación de tu bebida preferida. 

 

¿Cómo es el proceso de elaboración del vino?

Abordaremos este tema a través de la explicación de 12 pasos, a saber: 

1. Vendimia
2. Depalillado
3. Estrujado
4. Maceración
5. Fermentación alcohólica
6. Prensado
7. Fermentación
8. Crianza
9. Trasiego
10. Embotellado

Estos pasos serán explicados en mayor detalle a continuación. 

 

Cuidado de los viñedos

En primer lugar, de forma previa a la elaboración del vino, se considera indispensable la obtención del material requerido. Es necesario decir que las variedades de uva para vino serán la materia prima para el mismo. En este sentido, dependiendo del tipo de uva, debemos tener en cuenta que las características del viñedo deberán ser distintas. Desde los cuidados hasta la exposición al sol y la posición del campo de cultivo se convertirán en elementos fundamentales para que todo salga de forma correcta. 

Por ejemplo, no es lo mismo cultivar uvas de tipo Syrah o Monastrell. Mientras que las primeras son más fáciles de encontrar, las segundas se adaptan y encuentran perfectamente en lugares de sequía. Como podemos ver, sus características las hacen únicas y distintas. Además, se utilizarán para crear bebidas de distinta tipología. 

 

¿Qué variedades de uva para vino existen?

Creemos que es importante transmitir el conocimiento sobre los distintos tipos de uva para vino. Si bien no expondremos hoy todas las variedades, sí que haremos un breve repaso por las más importantes. ¿Te apetece?

Para ello, hoy hablaremos sobre: Syrah, Monastrell y Cabernet Sauvignon.

 

Uva Syrah

Tiene origen palestino y actualmente se pueden encontrar viñedos para esta uva repartidos por la mayor parte de la península. Es por este motivo por el que los vinos que se producen con ella pueden ir acompañados de D.O. Cataluña, Asturias, Cantabria o Jumilla. 

El color de los caldos producidos con ellas suele ser oscuro y sus cualidades aromáticas de alta calidad. Esta es la variedad de uva para vino empleada en la producción de Juana la Loca Edición Limitada. 

 

Uva Monastrell

Esta variedad de uva para vino se cultiva principalmente en los viñedos alojados en la Región de Murcia. En este sentido, es lógico encontrar vinos producidos con ella que ostentan la D.O. Jumilla. 

Tal y como hemos comentado anteriormente, este tipo de uva se adapta de forma espléndida a territorios que padecen de sequía. Además, es muy resistente y no sufre con las bajadas de temperatura propias del invierno y la primavera. No es de extrañar que sea cultivada en esta región. 

Se emplea para la producción de Juana la Loca edición normal y roble. 

 

Uva Cabernet Sauvignon

La principal capacidad de esta variedad es su adaptabilidad. Por ello, es cultivada en distintos países del mundo, entre los que pueden destacar algunos como Francia, Australia, Italia o España. 

Son resistentes a los hongos producidos por la madera. No obstante, no evolucionan o crecen bien en lugares de sequía demasiado pronunciada. También es empleada en la creación de Juana la Loca. 

 

Vendimia

Cuando la materia prima se encuentra en estado idóneo, es el momento de la recolección. A este proceso se le denomina comúnmente vendimia en el caso de las uvas. En la región española, suele darse a principios del tercer cuatrimestre del año, es decir, aproximadamente en septiembre y octubre. 

 

Despalillado

Aunque el proceso de vendimia es conocido más extensamente, no ocurre lo mismo con otras partes del proceso de elaboración del vino como puede ser, por ejemplo el despapillado. 

Este término hace referencia a la separación de la propia uva del resto del racimo. Esto significa que llega el momento de dejar únicamente el fruto, eliminando tanto la hoja como el tallo. El despapillado se hace a día de hoy por medio de máquinas que reciben el nombre de despapilladoras. 

 

Estrujado

Tal y como indica su nombre, es el momento de extraer el jugo de la uva estrujándola. Sin embargo, no es necesario aplastarlas de forma completa. De este modo, se podrá conservar la semilla de su interior, que podrá aportar distintos tonos al sabor del vino. 

 

Maceración

Llegados a este punto de la elaboración del vino, procedemos a la maceración. Para ello, se empleará el jugo que se extrajo en el paso anterior. Este será conservado a una temperatura inferior a los 30 grados durante varios días. Este paso variará en duración dependiendo de la tipología de caldo que deseamos obtener. 

 

Fermentación alcóholica

De forma simultánea al paso anterior, se iniciará la propia fermentación, también llamada alcohólica. Este nombre se debe a que los propios azúcares presentes en las partes sólidas de la uva comenzarán a transformarse en alcohol etílico. 

 

Prensado

Para conseguir la eliminación total de las partes sólidas que hayan podido permanecer hasta esta parte del proceso de elaboración de vino, se recurre al prensado. Esto consiste en la separación de líquidos y sólidos. Podemos decir que las prensadoras actúan como coladores y dejan únicamente aquellas partes que nos interesan para conseguir la mayor calidad. 

 

Fermentación

En este caso, hacemos referencia a la fermentación maloláctica. Recordamos que nos encontramos ante el segundo procedimiento de fermentación. En este caso, se aplica sobre el vino procedente de todo lo llevado a cabo anteriormente. 

Será aquí donde el ácido málico sea convertido en ácido láctico, de ahí su nombre. Este proceso puede abarcar una duración temporal de entre dos semanas hasta los 20 días. 

 

Crianza

Aquí hacemos referencia al envejecimiento, que es sinónimo de crianza. Dependiendo del vino, este tiempo de reposo podrá tener una duración superior o inferior. Por ejemplo, si nos fijamos en Juana la Loca Edición Limitada, observamos que su tiempo de crianza es de 18 meses. 

 

Trasiego

Es necesario, llegados a este punto, airear el vino. Esto se conseguirá cambiando la bebida de recipiente en repetidas ocasiones. Además, también se asegura así la correcta eliminación de partes sólidas que pudieran quedar hasta ese momento en la bebida. 

 

Embotellado

Una vez limpiado el vino de todas las impurezas y partículas no deseadas, se procederá a la introducción del mismo en su botella y se sellará o añadirá el corcho. Una vez superada esta fase, el vino se dejará reposar de nuevo, atravesando lo que podemos conocer como una segunda crianza. 

 

Directo al paladar

Cuando se han atravesado todos los pasos anteriores, el caldo está listo para su consumición. Esperamos que este artículo te haya resultado útil e interesante y, así mismo, te acerque más al maravilloso mundo de esta bebida. 

Si tienes alguna duda sobre la elaboración del vino, te animamos a ponerte en contacto con nosotros. Somos expertos enólogos. Además, si te interesa la adquisición de un buen vino, te recomendamos nuestras variedades de Juana la Loca.